28 de diciembre de 2010

El Churrinche

Prof. Lucía Todone

“El Churrinche que en guaraní se denomina “Guirápithá” (pájaro rojo), habita en toda nuestra República, desde el Cuareim al Plata. Se le ve en los suburbios de los poblados, en los campos y en los montes; sobre los alambrados e hilos de telégrafo; sobre las ramas de los árboles ralos en hojas, como el molle y la espina de la cruz. Se destaca así como una flor, el rojo escarlata de su cuerpo. Agachadito sobre su percha, se muestra atento al revolotear de los insectos, que nosotros no advertimos, pero que él bien ve con su potente vista. Bruscamente se lanza sobre su presa que toma en pleno vuelo, y vuelve al lugar de partida, repitiendo esta acción muchas y muchas veces. Sólo parece interrumpir su tarea para entonar su “Churrin-chirrin,”canto monótono pero dulce y cadencioso que entona en impulso que lo eleva  hacia el cielo. Parece una brasa que se atiza al elevarse; parece la sangre de un charrúa, que del suelo vuelve a la vida” (Carlos Torres de la Llosa).


Como vemos, un naturalista y zoólogo como el Dr. Carlos Torres de la Llosa, utiliza términos poéticos para describir con su prosa, las características y el comportamiento de un ave que por su  belleza, ha sido frecuente inspiración de poetas.
También los versos de otros poetas nos recuerdan que frecuentemente asociamos nuestros sentimientos y estados del alma con las aves, como lo podemos apreciar en 


“La Leyenda del Churrinche” de Montiel Ballesteros:

“……Fue en una emboscada.
En un rincón de río indígena,  de monte espinoso y crudo.
La soldadesca les daba caza como a fieras.
Fusilados, heridos, desangrados, se acababan…
Algunos atinaron a hundirse en el río padre que los recibió amoroso.
El último, un cacique joven, fuerte y esbelto, que no pudo arrastrarse hasta el agua salvadora y no quería caer vivo en manos de los intrusos, se alargó la herida que le abría el pecho y sacó su corazón arisco, rojo y libre, que se volvió un churrinche encendido y  voló a refugiarse en el seno caliente de los bosques nativos.
Y ahí anda ese pajarito de fuego.
Ágil. Solo. Silencioso.
No canta.
Quizás por no llorar.
Y como las sensitivas que cierran sus corolas al menor contacto extraño, él se muere si lo meten en una jaula.
Vuela rápido. Como una bola arrojadiza que llevara el haz de paja encendido, el fuego santo que florecía el incendio en la casa del intruso.
Se detiene en un árbol criollo y se dijera que lo florece.
Pero es un relámpago.
Ya se pierde en la espesura maternal ese corazón de charrúa con alas.”


Nombre común  -   Churrinche (Uruguay y Argentina); (Saca-tu-real (Chile);  Guyra-tata (Paraguay); Atrapamoscas sangre de toro (Bolivia);  Verao or principe (Brasil);  Mosquero bermellón, Brujo (Ecuador);  Titiribí (Colombia); Mosquero cardenalito (Méjico y  Guatemala); Turtupilin (Perú), Vermilion Flycatcher (EEUU, sudoeste).


Nombre científico  -  Pyrocephalus rubinus – del griego purrhos: color de fuego y kephalos: cabeza;  rubinus: color rubí.


Orden  -  Passeriformes -  el Churrinche está dentro de las familias de pájaros  suboscines, que son los que tienen siringe menos desarrollada y vocalizaciones menos complejas y armoniosas.


Familia  -  Tyrannidae  -  familia de aves que se encuentran sólo en las Américas, desde Canadá hasta Tierra del Fuego. En Uruguay hay 50 especies.
Su nombre del latin “tyrannus,” quiere decir “tiranos” o sea,  usurpadores, soberanos, reyes y se debe a que muchas especies no toleran intrusión alguna en sus territorios de crías, ni aún tratándose de aves mayores;  son capaces de rechazar hasta los gavilanes.

Los pájaros integrantes de esta familia tienen gran variación de tamaño, color, hábitat, método de forrajeo, aunque todos se alimentan principalmente de insectos que cazan en vuelo elástico, por lo que se les conoce como “papamoscas americanos”. Algunos son frugívoros.


El pico es corto y recto, terminado en gancho, pero puede variar de fino a ancho, de profundo a plano, etc. En la base del pico las especies insectívoras tienen cerdas rictales o vibrisas.

Macho adulto

Características generales del Churrinche
Mide 14 cm.  Son dimórficos (dimorfismo sexual). El macho tiene corona, copete, y región ventral rojo escarlata; antifaz, dorso, cola y alas de color negruzco.
La hembra tiene el dorso pardo ceniciento, pecho gris ceniciento con un estriado vertical pardo; parte ventral inferior, flancos y subcaudal  va variando del amarillo al melón y rosado pálido.
Los dos presentan pico y patas negras.

Hembra adulta

Distribución geográfica
Esta especie se distribuye en forma discontinua desde el sudoeste de Estados Unidos, Méjico, Centroamérica y América del sur,  hasta el centro (provincia de Río Negro) de Argentina. En la mayor parte de su distribución los individuos son residentes, pero las poblaciones ubicadas en los extremos son migratorias (Wolf y Jones 2000).
A lo largo de esta distribución existen 13 subespecies; en Uruguay, Argentina y parte de Brasil, se encuentra la forma típica  Pyrocephalus rubinus rubinus.



Hábitat
Zonas abiertas, praderas y pastizales, orillas de bosques nativos, zona arbustivas bajas de la costa; también en parques y jardines.
Desde hace varios años venimos realizando avistamientos de parejas de Churrinches en la costa de la Barra de Carrasco (Montevideo).


Status en Uruguay

Es un visitante veraniego nidificante común  por todo el Uruguay. Estos  migradores los ubicamos en la categoría de visitantes veraniegos nidificantes, porque habitan y se reproducen en nuestro territorio en los meses de verano, para dirigirse durante nuestro invierno al norte del continente sudamericano.

Si bien se considera que son comunes en nuestro territorio, hay preocupación por la gran contaminación de las aguas y de los invertebrados que les sirven de alimento, debido a los agrotóxicos que se utilizan masivamente en las grandes plantaciones  que se desarrollan en nuestro país.
Los Churrinches machos llegan cada primavera en setiembre, eligen su territorio de cría, y  poco después arriban las hembras, siendo las parejas monógamos por cada temporada. En febrero, después de la reproducción, los machos migran hacia el norte a regiones tropicales,  pero los juveniles y las hembras permanecen hasta  abril; habiéndose obtenido registros de formas juveniles aún en el mes de mayo, en Cerro Largo.

Según comentarios personales de E. Arballo, algunos churrinches se quedan en nuestro territorio (no migran) como consecuencia del cambio climático.


Reproducción  -

El período de reproducción va de octubre a diciembre, y se reproducen cuando cumplen el primer año de edad.
A  los pocos días de sus respectivas llegadas, el macho sobrevuela a la hembra y le canta con una agitación peculiar, elevando su copete, extendiendo su cola y agitando sus alas, hasta que finalmente se aparean. Es común que el macho le ofrezca a la hembra un insecto, previo a la cópula.

Cuidados parentales -  el macho elige un lugar para la construcción del nido que generalmente es la horqueta de  un árbol, a 2.5 metros o más, de altura. La hembra es la que construye el nido,  una taza abierta de 6 x 3cm,  formada por fibras vegetales, palitos, musgos y telas de araña, y adornándolo exteriormente con líquenes.

La puesta es de 2 o3 huevos color crema o blanquecinos con pintas y manchitas castañas, rojizas y grises, más concentrados en el polo mayor

Estos son incubados en forma  exclusiva por la hembra, aunque el macho le trae regularmente alimento en su pico, atento a la presencia de posibles predadores. Este ritual sigue durante 16 días hasta que se produce la eclosión de los huevos.
Mientras los pichones son pequeños(1-4 días de edad) la hembra se dedica generalmente al empolle, mientras el macho alimenta su pareja y ella redistribuye el alimento entre los pichones. Cuando los pichones son grandes (8-12 días de edad) ambos progenitores buscan  insectos y arácnidos para ellos,  tardando dos semanas en salir del nido. La hembra generalmente busca alimentos en zonas cercanas al nido.

Los pichones cuando recién salen del huevo son de color oscuro casi violáceos, con un plumón amarillento pálido; al 6º día le salen las primeras plumas y a los 14 días están bien emplumados.

A partir de las observaciones realizadas por Fiorini, V &  F Rabuffetti (2003) se aprecia que “aunque el cuidado es biparental, existe una asimetría en las actividades, siendo la hembra la que permanece más tiempo en el nido, encargándose de la incubación de los huevos y del empolle de los pichones, mientras que ambos sexos alimentan a los pichones y el macho participa en la alimentación de su pareja y la vigilancia del nido”.


Los primeros  juveniles se distinguen por su plumaje parecido al de la hembra adulta, pero grisáceo en toda la parte ventral.

Juvenil en su 1ª etapa.

Los juveniles demoran 3 meses en tener el color definitivo, y durante ese período pasan por varios cambios de color (períodos de transición); es así que tenemos formas juveniles en la 2ª etapa, que son parecidas al juvenil de la 1ª etapa,  pero con un tinte amarillo en los flancos, y en la región subcaudal. A medida que se desarrollan sus gónadas, los juveniles de la 2ª etapa cambian el color amarillo por un color melón rosáceo en las hembras adultas.  Si los juveniles son machos, después de las 3 primeras semanas fuera del nido, pasan gradualmente del amarillo al rojo anaranjado, desde la parte subcaudal al pecho en forma despareja; para finalmente   tener el plumaje rojo escarlata típico de la edad adulta del macho.

Juvenil en la 2ª etapa

Macho juvenil


 Macho juvenil

El Churrinche cría dos polladas en una estación; pero si el nido es destruido o parasitado, puede intentar poner otra vez.
Cabe destacar que los Churrinches como todos los Tiránidos,  son sumamente territoriales, y sobretodo los machos defienden con fiereza su nido cuando se acercan otros Churrinches machos, u otros pájaros como el Benteveo (Pitangus sulphuratus,) o el Tordo (Molothrus bonaerensis); llegando incluso a abandonar el nido cuando es parasitado por este último.
No debemos olvidar que estos pájaros son muy beneficiosos para la agricultura, ya que tienen un régimen insectívoro. Cazan insectos tanto en el suelo como en vuelo.
El canto del Churrinche  podemos escucharlo en el CD  -  “Passeriformes del Uruguay” - que se encuentra disponible en el Museo de Historia Natural “Carlos A Torres de la Llosa."

Educación
Consideramos importante promocionar la conservación del Churrinche, así como de todas las demás especies; para esto es fundamental educar a los  niños, jóvenes y adultos, en el cuidado de nuestra biodiversidad.
Para preservar la Flora y la Fauna autóctonas, hay que tomar muchas medidas preventivas, tales como: impedir la caza furtiva, y la venta de especies autóctonas;  controlar las fumigaciones con agrotóxicos, que afectan a los seres humanos a través de  los productos agrícolas que ingerimos; y que alteran los sistemas acuáticos, y toda la fauna acompañante.


AGRADECIMIENTOS

Rafael Laureiro –  por permitirme estudiar los cambios de plumaje de estas aves en base a fotografías tomadas durante 8 años.  (2004 – 2012)
Juan Cuello – por su lectura crítica y sus opiniones.
Eduardo Arballo – por sus comentarios personales y por facilitarme fotografías.
Museo Nacional de Historia Natural – por permitirme estudiar los cambios de plumaje en su colección de más de 30 churrinches taxidermizados.
Facultad de Ciencias – Centro Referencia de Biblioteca – por facilitarme un artículo “Pyrocephalus rubinus  Vermilion flycatcher” de Tiffany Alvarez. Universidad de Michigan  y Museo de Zoología.
José Mazzula – por sus comentarios personales.
Santiago Claramunt  - del Departamento de Ornitología del American Museum of  Natural History of New York – también por sus comentarios personales.
Jackeline Prochet  - por su estímulo y apoyo al desarrollo de esta tarea.
J.Ordeix y N.Campal -  por su registro fotográfico en la zona de Punta Carreta - 8/4/12
   



BIBLIOGRAFIA


Alvarez, T.  ( 2012) Pyrocephalus rubinus  Vermilion flycatcher.
Aspiroz , A.  (2001) Aves del Uruguay.
Belton, W. (2003)  Aves Do Rio Grande do sul.
Cuello, J. & E. Gerzenstein. (1962) Las aves del Uruguay
Dalgas Frisch, J. (2005) Aves Brasileiras.
De La Peña, M. & M. Rumboll (1998) Birds of Southern South America and Antartica
De La Peña, M. (1999)  Nidos y Huevos de Aves argentinas.
Fiorini, V. & F. Rabuffetti. (2003) Cuidado parental en el Churrinche. Hornero, vol 18.
Fraga, R. (1997)  Notas sobre la reproducción del Churrinche.
Gore, M & A. Gep (1978) Las Aves del Uruguay.
Hudson, G. E. (1920)  Aves del Plata.
Jaramillo, A.  (2005)  Aves de Chile.
Narosky, T & D. Yzurieta (2006)  Aves de Argentina y Uruguay.
National Geographic (1999)  Birds of North America.
Olrog, C. (1995)  Las aves argentinas.
Ortiz, F & J. Carrion (1991) Introducción a las aves del Ecuador.
Preston, E. (1998)  The Birds of Mexico and Adjacent Areas.
Rappalini, C. (1961) Crónicas sobre pájaros.
Torres De La Llosa, C.A. (1957)  Zoografía.
Walker, B. (2005)  The Birds of Machu Picchu and the Cusco region.

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